Seis décadas conquistadas, y yo sin haber llegado a las tres.
Tu a tus tres ya sabias de mi venida y a tu cargo otras tres vidas tenias y
me pregunto cuantas veces se habrá multiplicado tu vida.
En tus primeras tres no fui testigo de tus acciones, pero soy cómplice de tus recuerdos; en tus siguientes tres te he acompañado en todo momento.
Pero que hago hablándole de tiempo a alguien que no mide su vida en años…
Te extraño hombre del millón de sonrisas e infinitos anhelos.
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